¿Qué pasaría si en pleno siglo XXI hiciésemos algo parecido y unos cuantos autoseleccionados juntáramos todos los testimonios (en soporte papel, digital, magnético u holográfico) para, por ejemplo, guiar a la creciente comunidad friki (aunque como dice el otro, hoy en día lo friki es no ser friki) hasta nuevos horizontes de sabiduría de dudosa utilidad?
Pues hala, vaya por delante mi propuesta. ¡Frikis del mundo, apartáos la toalla un poco de la cabeza y prestad atención!
Antiguo Testamento:
Los orígenes de nuestra locura y obsesión. Podría enumerar un Génesis con todas las novelas que inspiraron a don Alonso Quijano y rematarlo con la obra cumbre de Cervantes, pero íbamos a echarle más tomos al asunto que una enciclopedia Larousse de las grandes. Así que marquemos el inicio de nuestras Sagradas Escrituras en lecturas más recientes y sin embargo igualmente necesarias para cualquier nerd que se precie: ¡La trilogía de El Señor de los Anillos! Porque Tolkien es uno de los Patriarcas, alabadas sean sus iniciales. A él le deben su inspiración otros clásicos dignos de formar parte de este Pentateuco que completarían la guía de juego de Dungeons & Dragons, la serie completa para televisión de los Monty Python y la Vida de Brian, el Golden Axe y las obras de H.P. Lovecraft.Y me diréis: ¿Y Julio Verne? Está bien, dejaremos sus escritos como una especie de pirámides y templos egipcios llenos de jeroglíficos, y a Arthur Conan Doyle como un zigurat mesopotámico. Siempre han estado ahí y son la base de mucho de lo que hoy somos, pero aunque muchos los siguen leyendo, ya nadie los sigue religiosamente. No son de esta religión aunque también han influido en ella, claro.
Así que volviendo al asunto bíblico, en la línea de Verne pero ya con más vigencia incluso científica, esta Historia Antigua del frikismo no sería lo que es sin clásicos de la ciencia ficción como las obras completas de Isaac Asimov, que a su vez bebe de obras como Metrópolis para entender mejor a robots y androides, los cuales aún seguimos sin saber si sueñan o no con ovejas eléctricas (Blade Runner lo dirá), aunque la trilogía primigenia de la Guerra de las Galaxias sí que nos deja claro que los hay muy bocazas o tremendamente cabezotas, aunque fieles como el mejor amigo. Y hablando de galaxias (así en castellano, como llevan siendo veneradas desde el año 77 y hasta la eternidad), si hay que meter un libro clave en esta selección no puede ser otro que la Guía del Autoestopista Galáctico, mientras que la saga original de Dune sería como algún libro tipo el de los Macabeos, y Stalislav Lem un Jeremías o un Ezequiel en la comparación.
Nuevo Testamento:
El Evangelio. Aquí llega la novedad: Empezamos a meter otros formatos de divulgación y soporte. Y empezamos por las pelis fundamentales (incluidas las de algún libro ya relatado), como toda la filmografía de George Lucas y Steven Spielberg, las menos comerciales de Kevin Smith y para los frikis culturetas las de Lars Von Trier. De libros, ¡claro que vamos a incluir toda Canción de Hielo y Fuego! (hasta los libros que aún tienen que salir) y su versión televisiva, Juego de Tronos, así como otras series tipo Breaking Bad, House of Cards o Lost (lo siento, no soy muy seriéfilo). Y se puede completar el conjunto con un compendio de videojuegos y personajes japoneses cosplayables y hala, esta parte ya está resuelta. No soy experto en la materia, pero mientras me busco un asesor, indico los que para mí no podrían faltar: los Caballeros del Zodiaco (originales), Biomán (reniego de los Power Rangers) y Akira. El resto, principalmente los personajes femeninos de poca tela y mucho corazón, lo dejo a la elección del asesor al que voy a imponer que redacte una Contrabiblia, la Lectura del Maligno, en la que incluya Bola de Dragón y Campeones, por cansinos y porque yo lo digo, hala.Como Hechos de los Apóstoles podríamos hacer un montaje con todos los cameos de Stan Lee (ah, que me dicen que ya hay mucho de eso en Youtube), tanto en las pelis de Marvel -¿y los tebeos, que me los he olvidado?- como en cualquier otra, en general. También podríamos juntar las biografías (propias y ajenas, permitidas o no) de gente como Steve Jobs, Bill Gates, y Mark Zuckerberg. Ya las Cartas de los Apóstoles... Bueno, esa parte podemos resolverla buscando en el millón de páginas de internet de frases y citas famosas, con un apartado especial para las apócrifas de Paulo Coelho. Aunque éstas podrían ser una especie de Libro de los Salmos a lo Nuevo Testamento... No sé.
Apocalipsis: La verdad es que serviría cualquier distopia como las ya comentadas (que aún no las he comentado, que es un artículo que debería haber entrado hace un par de meses y que aún no está del todo preparado, disculpen las molestias). Pero como la Biblia cristiana, me arrogo el derecho de decidir unilateralmente los libros que entran y cómo entran, y los que no estén de acuerdo, que se alineen en el bloque de los protestantes y reformistas. ¡Yo llegué primero! Así que por proximidad, elijo Ready Player One, por tratarse de un libro profético elaborado, al igual que el de San Juan, a base de premoniciones de futuro llenas de referencias al pasado. Si no te lo crees, aquí te cuento un poco de qué va la cosa:
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