viernes, 12 de febrero de 2016

Harry Porretas ataca de nuevo. Contradicciones de un antifán que admira mucho esa saga



Bueno, pues parece que se confirma. Harry Potter tendrá continuidad, oficialmente, allá para mi cumpleaños. Una de las gallinas de los huevos de oro de la literatura contemporánea vuelve a poner, para alegría de muchos millones de fans que cuando empezaron a leer sus aventuras apenas sabían lo que era literatura y que ahora están ya más para empezar a contar la historia a sus retoños. En realidad, leo la noticia y resulta medio confusa porque, de entrada, hablan de estreno mundial del libro un día después de la obra de teatro. ¿Qué obra de teatro? Pues de la que este libro es, en realidad, el guión adaptado. ¿Adaptado por quien? Pues así a ojo, por la propia autora de la saga y por Jack Thorne, joven guionista inglés de bastante éxito y que se ha atrevido a crear para la escena algo así como un 'Veinte años después', al parecer con bastante aceptación por parte de J.K. Rowling. Confuso porque en las noticias que leo hablan de una obra de teatro sobre aquel "brujito" o "joven brujo" que triunfó allá por la década pasada, y me da por pensar en aquel chavalín de gafas redonditas de la primera historia, cuando en su último paso por las rotativas ya estaba más que crecidito. Y en esta nueva aventura aquí, claro, pues te puedes hacer una idea. 


Así que mejor no pensar en una obra de teatro infantil. O sí, si el que pone nombre a la obra una vez más, en realidad cede el protagonismo de la historia al maldito
niño (traducción libre del título original) que complementa como apellido al título de la representación. Ya veremos.

Y aprovechando esta noticia de actualidad de la que no voy a seguir informando, porque ya estará todo el mundo más que al tanto de los hechos, quiero dejar clara una cosa que al avezado lector no le habrá pasado inadvertido: No me gusta Harry Potter. Es más: el que suscribe es el mayor fan de entre los que no soportan al joven -es un decir- mago inglés. O viceversa ¿Contradictorio también? Espera que me explico mejor. Hace ya unos 15 años, un poco antes de que llegara a las pantallas del Cine Ortega (imagino que fuese allí, porque desde la desaparición del Cine Don Sancho y de los Boston, nunca hubo otro gran estreno en Palencia que no fuese en el Ortega) aparecía en las estanterías de todo el mundo un mago que llegaba tipo elefante entrando en cacharrería. En España comenzaba a reinar Manolito Gafotas con mano firme como lectura infantojuvenil de tirón desde su Carabanchel natal. Y de repente llega un repipi británico con superpoderes a levantarle la silla. ¡Vamos hombre, habráse visto tamaña desfachatez! 

Manolito no tuvo nada que hacer contra Harry.
En casa teníamos a una señorita que no leía ni los títulos de los dibujos animados pero que, de repente, entraba en la sintonía del éxito y se dividía entre las aventuras del chaval de suburbio madrileño y las fantasías increíbles en algún lugar de la Pérfida Albión. Para cierta tristeza mía, el duelo lo acabó ganando el foráneo. Sin embargo analizando en profundidad, quien realmente ganaba era toda una generación de chiguitos que hasta entonces ni se acercaba al lomo de un libro que no fuese el de clase. Así que, dándomelas de mecenas adinerado (aún era un flamante becario con todo por aprender en el Diario Palentino), esas Navidades o las siguientes, y ya así en lo sucesivo siempre que pude, hice de paje de Sus Majestades los Reyes Magos con regalo a tiro fijo, aun a pesar de que las entregas fuesen creciendo significativamente en volumen y precio de año en año mientras mi paga se mantenía casi en el mismo punto.


Así que sí.  Por los millones de chiguitos que de repente comenzaron a desear abrir un libro dejando de lado la tele y los videojuegos, por todos aquellos que contaban los días para el estreno de una nueva entrega (literaria tanto como cinematográfica). Por esos entre los que no me cuento porque ni he leído ninguno de los siete libros (ocho, que el último ya venía por entregas) y de las pelis creo que sólo he conseguido aguantar entera la primera y la segunda o la tercera. Por ellos, digo, puedo considerarme otro fan a mi pesar del Porretas.

Y como epílogo aun diré más: Casualmente este fin de semana, en un intento por equilibrar nuestros gustos cinéfilos, Naide y yo acabamos viendo una peli biográfica medio no autorizada de ajustado presupuesto sobre J.K. Rowling. Portugueses con acento de Manchester y policías de Oporto hablando español aparte, y sin tener muy en cuenta tampoco que alguien pudiese pensar que con colgar de la pared algunas banderas lusitanas un típico pub inglés pasaría por cualquier tasca a orillas del Douro, la historia es inspiradora y acaba haciendo efecto. Para quien no le hacía ni fu ni fa la persona de esa escritora inglesa que debe desesperarse a la hora de escribir algo donde el público no esté esperando en qué momento alguien lanzará de repente un Expecto Patronus, ahora realmente admiro un poco más a la mujer y a la creadora que inculcó toda su sabiduría a Albus Dumbledore y que conoce todos y cada uno de los secretos encerrados tras los viejos muros de Hogwarts.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, bueno, que esa señorita sé yo a ciencia cierta que antes del Porretas ya se había leído varios clásicos de la literatura tipo la Isla del Tesoro, los Tres Mosqueteros, Los Viajes de Gulliver, Principe y Mendigo y un moderado etc...(y no, no los mandaron en el cole). No exageremos...

elestantecombado dijo...

Gran alegría me causa mi supuesto equívoco y presunta exageración, querido lector anónimo. Ni más ni menos que cuatro grandes clásicos de aventuras, así al primer golpe de memoria. De todas formas, si por algo le pillé simpatía al Porretas en esa época fue por la reacción de la susodicha señorita. Así que como el fin justifica las posibles lagunas neuronales, no me retracto de casi ninguna de las palabras escritas más arriba. ¡Gracias por participar! Sé siempre bienvenido.

Javi I dijo...

Pues si, ya en el "Cultural" de ABC de hace tres semanas se informaba sobre el estreno en Londonistan de la mencionada obrita de teatro que, al margen de la popularidad del personaje y su inevitable éxito económico, había gozado de la más baja estima por parte de la crítica y el público amante del arte de Talía.
Lo que si que es cierto es que que la autora de tan exitosa saga, es digna de todo encomio, pues a pesar de elemental formación académica ha conseguido crear un personaje que, posiblemente, supere los límites de la historia de la Literatura, por lo menos durante este siglo, después,.... pues ya verán.
El comentario y los recuerdos ¡Cumbre!

fatima dijo...

Ciertamente siempre es de agradecer que haya un estímulo para la lectura, da igual si es Harry Potter o Crimen y Castigo. Lo importante es empezar. Acaba siendo un vicio.

K-lara dijo...

Bonita historia de amor-odio, sí señor. Ahora, no sabía que tenía Ud. tanto aprecio por el gafotas... Yo siempre pienso igual... Aunque con las historias turbias de Grey no cedo ni media ventaja... Qué horror!

elestantecombado dijo...

Es innegable que acabó siendo una operación altamente beneficiosa para todos. Para la autora que antes de que eclosionara el éxito de su obra llegó a vivir de beneficencia y hoy es una de las 'súbditas' más ricas de su graciosa majestad; y para esa juventud que se reencontró con el inmenso placer de tener una biblioteca propia para poder hacer uso de ella.

elestantecombado dijo...

Efectivamente, Fátima. Y son cosas que no se olvidan.

Palentino dijo...

Si es porque la gente lea e incluso aprenda algo de ortografía (mucho pedir), hasta se admite a regañadientes lo de Grey e incluso Dan Brown y sus pretenciosas historietas. Ya sabéis que yo me vacuné contra HP desde mi viaje a Venezuela donde tuve la desgracia de ver la primera de las películas. Quizá cuando sea viejo, viejo me redima y me acerque a Hogwarts. Hasta entonces tengo mucho que leer. Un placer, sin embargo, leer este relato. En Londres el otro día algo leí sobre potters, teatros y libros, pero me salió por un oído más rápido de lo que me entró por el uno. Gracias a ti me he enterado de qué va esto.

elestantecombado dijo...

Pues no es tanto la pasión por el Gafotas como el sentimiento de justicia para con los personajes patrios lo que me movía. Ni siquiera me cae muy bien Elvira Lindo. Pero antes de la popularización de Potter en Iberia, quien hacia esa función de nexo literario con la protojuventud era el de Carabanchel Alto.

elestantecombado dijo...

Tú piensa que Dan Brown hizo la versión 'para vagos e inútiles' del Péndulo de Focault, de Humberto Eco, así que tuvo su función acercando a su manera la literatura de enjundia al público general. Es como comparar la historia que cuenta Disney del Jorobado de Notre Dame, que millones de niños y adultos vieron por todo el mundo, con la obra descarnada y didáctica que escribió Victor Hugo.

elestantecombado dijo...

Tú piensa que Dan Brown hizo la versión 'para vagos e inútiles' del Péndulo de Focault, de Humberto Eco, así que tuvo su función acercando a su manera la literatura de enjundia al público general. Es como comparar la historia que cuenta Disney del Jorobado de Notre Dame, que millones de niños y adultos vieron por todo el mundo, con la obra descarnada y didáctica que escribió Victor Hugo.