miércoles, 13 de enero de 2016

La literatura universal al alcance de todos. En el bolso de todos



Podría sentenciar: Hoy quien no lee es porque no quiere, y quedarme más ancho que largo con el posible juicio de valores que pueda desprenderse de todo esto. Pero voy a intentar ser justo. Ése es un hecho que no tiene por que avergonzar a nadie. Es más, existe una especie de competencia que no podríamos llamar desleal y para la que uno de los pasatiempos más antiguo de la humanidad -criticar al vecino y chutar piedras aparte- está sabiendo adaptarse perfectamente desde los inicios. Contra el aluvión de programación televisiva, videojuegos, mensajes de Whatsapp, actualizaciones de estado en Facebook y vídeos de gatitos en Youtube, ¡el PDF!


Un poco de Historia.
Antes de entrar en materia me gustaría hacer una pequeña introducción. Pero como no quiero ser pesado, el que quiera puede seguir leyendo lo interesante a continuación, y el que tenga un poco más de tiempo, dedicar cinco minutos a ampliar sus conocimientos >>aquí<< con hechos tan ciertos como la invención del cañón de transporte interplanetario. 



Y sí, eso del PDF es una licencia que me tomo por acortar en tres letras todo lo referido a libros digitales, formatos de almacenamiento de texto y otros soportes por el estilo. Entonces, entrando en materia, se puede decir que la evolución del libro nos ha llevado a los días de hoy donde la tele, la tableta y el teléfono, lejos de convertirse en rivales, son -o pueden ser- herramientas aliadas de la lectura. De repente tenemos a nuestra disposición el acervo enterito de las principales bibliotecas del mundo, los grandes clásicos de los autores más relevantes de la humanidad, la prensa internacional de todo el mundo. Y todo ello en un palmo (o un poco más) de espacio.

Otra ventaja intangible es la de las referencias. Eso de poder contar en ese mismo espacio con todos los diccionarios necesarios, enciclopedia y otras fuentes de consulta como mapas y guías de arte, la libreta para sustituir glosas y anotaciones adjuntas... Eso no tiene precio. Y sí, aunque vaya a ser siempre fiel al papel, la poligamia entró fuerte en casa con la llegada el año pasado de nuestro primer Kindle. 


Parafraseando a Marcus Brody, "la pluma es más poderosa que la espada", Neo y Trinity buscan qué leer este finde. Pues así está internet esperando a que lleguemos.
.

Los contras

Está claro que todo avance puede venir con su letra pequeña, con su retroceso. Un beneficio como es disponer el patrimonio intelectual para el bien universal, ya sea a cambio de un valor mínimo o incluso sin precio, sí tiene su precio, su perjuicio. En primer lugar, para los autores contemporáneos que ven cómo se globaliza la piratería de su obra. Lo que antes por lo menos costaba horas delante de la fotocopiadora para cada ejempliar fraudulento, ahora puede estar en cuestión de segundos distribuido por todo el mundo. O incluso sin ser pirateado. Con la eterna excusa de llegar fácilmente a más público, el autor se resigna a ceder, a cambio de nada, el fruto de su trabajo. "Quién sabe si eso no será la llave que me abra la puerta de la fama", suele pensar el iluso mientras casi detona su propiedad intelectual.

Para eso existe por lo menos la honrada intención de poner a disposición sólo los libros clásicos cuyos autores ya hayan pasado a la inmortalidad honorífica (o simplemente han muerto hace más de setenta años). Y claro, los libros de todo autor que quiera facilitar su obra. Todo ello para evitar lucros injustificados y realmente poner a disposición de todos esa obra, protegiendo con ello los otros lanzamientos y obras actuales 'de pago' que de verdad merezcan el interés real del públco. Ahora cabe a las editoriales intentar convencer al respetable de que una edición pagada merece más la pena. Incluso en papel. ¿Cómo? Con calidad.

Y es que muchas veces el trabajo altruista de algunos colectivos dedicados a expandir el conocimiento por la red, no cuenta con los medios necesarios para esa divulgación, lo que se traduce en textos con incorrecciones de todos los niveles, una presentación poco vistosa y, en ocasiones, malamente legible. Pero bueno, ahí se puede dar una de pescador en la apertura de la veda. ¿Que la primera captura fue decepcionante? Suéltala, que el río está lleno de peces y alguno de los gordos picará en su lugar.

Algunas bibliotecas virtuales

Pero como no queremos perder la oportunidad de ejercer un servicio público, vaya aquí una propuesta con algunas fuentes con las que llenar el estante de nuestra biblioteca virtual y, claro está, las baldas de nuestro cerebro. Existen docenas, cientos, miles de listas con referencias, nosotros no seremos menos, así que allá van unas cuantas: 

     Dominio Público (español)
     El material bibliográfico con los derechos de autor liberados es casi intangible. Existen algunas webs de tipo solidario y colaborativo que se dedican a recoger ese patrimoniocomo una especie de biblioteca a lo Matrix en la que perderse a voluntad. La representante española es Dominio Público (el nombre ya lo dice todo) y aunque la web parece un eterno producto BETA, sus fondos y colaboraciones son de destacar.

     Domínio Público (portugués)
     Lo mismo, pero de carácter público (sustentado por la web institucional del Gobierno de Brasil), ofrece un importante acervo tanto literario como audiovisual. Muy recomendable para conocer la riquísima cultura brasileña.

     Galaxia Gutemberg 
     Por prestigio, historia y fondos documentales, es la principal estantería de literatura gratis de internet. El buscador es medio malo, y encontrar libros en español casi imposible (algunos clásicos de Bécquer, Alarcón o Pérez Galdós), pero merece mucho la pena perderse por algunos de los ejemplares que ofrece.

     Biblioteca Nacional de España
     Cada país tiene su Biblioteca Nacional con una cada vez mayor disponibilidad  de su extensísimo patrimonio para el público general. Ésas y otras iniciativas tienen hoy su reflejo virtual como la BNE, donde encuentras de todo; ¡de-to-do! para descargar: Mapas, sonidos, fotos, ex-libris, libros interactivos, rarísimas primeras ediciones... Sólo hay que tener paciencia en el dédalo de idas y venias, registros e identificaciones. Y si no te conformas con el soporte digital, por un 'módico precio' te hacen la copia en papel. Merece la pena echar un vistazo.

      En honor a mis vecinos, no puedo dejar por fuera la Biblioteca Nacional de Brasil, que a través de una elegante web abre también las puertas de la centenaria institución, orgullo del país, que fue alimentada en sus orígenes por por el patrimonio de la Biblioteca Real de Portugal, medio olvidada en el puerto de Lisboa y después felizmente reunida en Río de Janeiro cuando la corte lusitana salió por patas rumbo al exilio antes de caer en manos de Napoleón.

     Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes
     Con una extensísima colección de clásicos de la literatura en castellano y un acervo de obras hispanoamericanas, catalanas y gallegas digna de mención, es de las más descargadas para Kindle y otros aparatos de lectura.


     Biblioteca Virtual Universal
     Desde Argentina nos llega también este catálogo pensado para la divulgación literaria en rincones menos accesibles, como áreas rurales y de montaña. Ofrece un extenso patrimonio, con destaque para el contenido infantil, juvenil y universitario.

Otras referencias de interés

     *Sin salir de Argentina, merece la pena echar un vistazo a este enlace de nombre tan sugerente como Libros Gratis. En él se ofrece (con un aspecto bien feo, todo hay que decirlo) una importante selección de obras y textos, aunque sea para lectura o consulta on line.

     *El blog Alejandría Digital hace honor a su nombre y ofrece una interesante variedad de libros de dominio público, con especialidad en el contenido filosófico. 

     *Este enlace lleva a una recopilación que me pasaro un día con cinco libros sobre las principales mitologías conocidas: la griega, la celta, la nórdica, la sumeria y la japonesa. Me picó la curiosidad y por si acaso yo ya me los descargué hace tiempo. Ahora ahí están, en mi humilde lista de espera, junto a otros tropecientosmil. Pero ahí están, sin duda. 

     Amazon. Tampoco puedo obviar el mayor servicio de distribución de libros digitales, incluidos también algunos títulos de dominio público, entre cuyos servicios existe una amplia gama de trabajos de autores de esos que esperemos algún día alcancen su objetivo de ver su obra reconocida como merecen.

    *Para más referencias, también en portugués, aquí hay otra relación, realizada por la revista Galileu, de sitios donde podrás descargarte libros sin problremas, aunque alguno de ellos ya lo hayamos visto por aquí encima. 

    *Y su réplica en inglés, aquí

***
En fin, que podría no acabar nunca esta enumeración, porque cuanto más busco, más encuentro. Así que para más detalles, si aún no has encontrado lo que buscas, no descartes Google, porque siempre hay material disponible en webs que nunca pensarías que tienen lo que tienen y que, de repente, es justo lo que andabas buscando. Y quien prefiera seguir viendo vídeos de gatitos y fisgar todos los movimientos posturísticos de sus amigos en las redes sociales en vez de leer un libro, unos apuntes o un periódico, pues para eso están los colores. 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Tanta información y tantos documentos al alcance de un clic y por nuestra cara bonita...produce vértigo! Al menos así me sentí al navegar por la BNE, la que conozco de entre las que nombras, aparte de Amazon. Gracias por descubrirme las otras. Y muy cierto lo de la calidad. A veces lo barato, en un libr o electrónico, te deja sin vista y te pone de mala leche.

elestantecombado dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
elestantecombado dijo...

Me alegro de que te haya provocado esa sensación. Es un poco parecido (por eso escogí esa iimagen para ilustrarlo) a la panoplia que se despliega cuando los protagonistas de Matrix quieren hacer tiro al pato. Si existe toda esa variedad de armas, imagina en libros...