La efemérides del 23 de abril es el momento idóneo para hablar de estos que presento aquí abajo. Cada uno
llegó de una manera distinta, creó su propia historia, aportó su grano de arena
y creó un recuerdo distinto. Al final, damos las claves para conocerlos.
1.
De
cuna humilde, sin embargo estaba llamado al éxito seguro. Tanto él como sus
hermanos fueron muy disputados desde su presentación al mundo. Tanto que,
pasados los años, su aspecto envejecido, su cubierta desgastada y su debilitado
organismo siguen siendo requeridos de vez en cuando por alguien que quiere
conocer su historia. Él se abre de nuevo, solícito a los deseos curiosos, aún
sabiendo que a cada nueva presentación algo se va muriendo. Pero así es esta
vida de servicio, dirá. El mayor honor es vivir de servicio o acabar reposando su
maltratado cuerpo en algún lugar destacado, rodeado de los más queridos, hasta
que un recuerdo de los buenos momentos pasados juntos le devuelvan a la
actividad, sin egoísmo, sin compasión, pero con mucho orgullo.
2.
Una
desafortunada plaga de parásitos casi se lo llevó por delante junto a otros
muchos hermanos. Afortunadamente, la infección no fue grave y sólo le quedan algunas
marcas superficiales como eternas muestra de la enfermedad que casi acaba con
su corta carrera. Tal vez repudiado por ese estigma, tal vez descartado para
dejar paso a otros, su vida ya le ha llevado a un nuevo hogar donde fue
recibido a pesar de las marcas de la vida. Él fue la última creación de un
genio. Por eso, y motivada por la historia de su nacimiento llevada a la gran
pantalla, su nueva familia lo acogió no sin alguna controversia provocada por
su el aspecto de su dolencia. Hoy, sin embargo, ha vuelto a la vida para la que
fue creado, con el mayor placer y orgullo de quien lo acogió.
3.
Venerable
anciano, aún lleva encima el abultado equipaje con el que fue equipado en la
juventud. Un equipaje que revela la vida de docencia para la que fue encaminado
y que sin embargo no tuvo toda la demanda que se habría esperado de un
intelectual con sus conocimientos. Encerrado durante años a la espera de
alguien que quisiera saber todo lo que él tenía para enseñar, acabó siendo
descartado. Su falta de trato con las personas, la ausencia de ejercicio,
encerrado durante años en un ambiente que acabó resecando su flexibilidad,
dejaron su cuerpo debilitado. Y ahora que por fin encontró a alguien con quien
pasar el resto de su vida, alguien que reconoce todo lo que aún tiene para ofrecer,
teme no resistir la convivencia diaria. Aunque se arriesga, porque fue para eso
para lo que nació, y por fin siente la alegría de ser consultado y exprimido.
4.
De
aspecto sofisticado y brillante, nacido para el estrellato por su propio nombre, el
destino quiso que ese éxito le llegara de un público inesperado, mucho más
joven de lo programado y que sin embargo, reclama su compañía casi
semanalmente. La suerte es que su cubierta, que alguien podría llamar
redundante y justamente de superficial y efectista, realmente fue preparada
para resistir los embates de la vida. En su corta vida ya ha tenido más
experiencias interpersonales que muchos de sus vecinos y sin embargo sigue tan
lozano y fresco como el primer día.
5.
Cinco
hermanos y un primo. Los primeros, aunque nacidos en momentos distintos, forman
parte del mismo parto por lo que no se podría entender uno sin el resto en un
conjunto aún por completar con un sextillizo o un septillizo. El primo, de
aspecto más ilustre y llamativo, en realidad sólo complementa a los otros cinco
y abre camino a los que aún están por llegar. No es fundamental, aunque da prestigio
al conjunto y es un inestimable compañero de consulta que llegó para enriquecer
el conocimiento de los demás.
6.
Como
precursor de su generación, su presencia debería ser obligada en todo el mundo
y sin embargo no llegó a esta comunidad hasta hace relativamente poco. Alabado
en todo el mundo por todo lo que es y lo que tienen para ofrecer, su nueva
familia sentía su ausencia, paliada mientras tanto y de forma brillante y
activa por su versión adolescente y sin embargo más experimentada. Vale que no
llegó, como se esperaba, en su versión original, pero la riqueza de su
contenido brilla igualmente con la posibilidad de alcanzar a los demás en una
lengua hermanada. Sea siempre bienvenido -bem-vindo, welcome, wilkomem, o como
quiera que sea- éste y todos como él.
7.
Se
había hablado tanto de él o de alguno como él en casa y en el trabajo que,
cuando fue descubierto al azar, en un vistazo fugaz y despistado mientras los
pasos se dirigían a toda prisa a un compromiso totalmente ajeno a él (o no
tanto), el impulso fue irresistible. Una interrupción de cinco minutos en
aquella marcha para convertirse en regalo inesperado, adquisición soñada, en
conocimiento añadido y deseado. Hoy es casi compañero inseparable y futura
puerta de entrada de otros como él.
8.
De aquellos miembros de una comunidad que son el
orgullo de sus convecinos por su venerabilidad tanto como por su fama más que
merecida y que llegaron humildemente, junto a otros, con la misma discreción
que desearía un grupo de refugiados para no levantar susceptibilidades. Pero
eran dos ilustres. En realidad todo el grupo lo era. La acogida ya habría sido
calurosa y querida incluso sin saber muy bien quienes eran aquellos recién
llegados. Imagina entonces, aunque suene
elitista, cuando se comprobó la identidad de los novatos. Hoy son miembros más
que destacados en un grupo donde todos, sin embargo, tienen los mismos derechos
y privilegios.
9.
Uno
de los hermanos pequeños, dirán a la vista de su juventud y su tamaño. Y sin
embargo una rica aportación, una fuente de conocimiento largamente esperada y
que no decepcionó cuando vino a sumarse al grupo. Hoy en día tiene su merecido
destaque en el subgrupo de los de su nacionalidad, granjeado por mucho más que
por su apellido.
10.
Por
último, hablamos del fichaje estrella con visión de futuro. De un crack para la
cantera. De la promesa. Nadia había oído hablar de él, pero llegó al equipo con
recomendación y eso, viniendo de quien viene, es garantía de éxito. Espera su
lugar en el banquillo con la misma confianza con la sus compradores lo
incorporaron a la disciplina del conjunto, sabiendo que cuando haga su debut va
a ser digno de comentarios por largo tiempo.
Clave
 |
Una buena selección de historias. |
1. La Ciudad de
la Alegría. Una edición de bolsillo de 1988 sin preparación para el traqueteo
que lleva de mano en mano en todo este tiempo, llegó a casa prestado y antes de
volver a su dueña ya habrá sumado por lo menos otras dos muescas en la culata.
2. El Viaje del Elefante. La última creación de Saramago, en rústica pero
elegante, fue víctima de los xilófagos en su anterior biblioteca. Costó
convencer a Naide de que no habría contagio, a pesar del mordisco y los surcos
en el canto superior del libro. Desde que vimos el documental José y Pilar estaba queriendo leerlo. 3. Napoleón y Brasil. Edición de 1939,
reencuadernada, etiquetada, fichada y sellada para prestar servicios en una
biblioteca universitaria de Río de Janeiro, sin embargo la ficha indica que en
casi 40 años de servicio no contó con el interés de mucha gente a pesar de la
riqueza de su contenido, por lo que fue descartado, desclasificado, vendido y
almacenado hasta hoy. 4. Star Wars (la trilogía cinematográfica primigenia). Ya
he hablado en otras ocasiones (aquí) de este ejemplar que Marina me dio de regalo de
cumpleaños el año pasado y que ella misma adora que le cuente antes de irse a
dormir. 5. Volúmenes 1 a 5 de Las Crónicas de Hielo y Fuego y El Mundo de Hielo
y Fuego. Creo que la más taquillera obra de George R.R. Martin no necesita
mayor presentación. 6. El Quijote (versión en portugués). Exteriormente bonita
y honrada edición de la obra maestra de Cervantes. Su versión adolescente es la
edición escolar que usamos para estudiar la obra maestra de Cervantes y que
Marina se trajo para Brasil la última vez que estuvimos en Palencia. 7. La
forma Disney de encantar a los clientes. Guía en la que responsables por la formación
del personal de la mayor multinacional de entretenimiento del mundo, revelan
algunas claves de su éxito. 8. Las inquietudes de Shanti Andía y Los Pilotos de
Altura. Una reimpresión en tapa dura de 1946 y una segunda edición rústica del
31, respectivamente, de dos de las obras maestras de Pí Baroja. Soñando con
encontrar un día La Estrella del Capitán Chimista para completar la Trilogía
del Mar. 9. Los Cuentos de Sebastopol. Estaba loco por leer las vivencias
bélicas de Tolstoi en la Guerra de Crimea. 10. El Maestro y Margarita.
Confieso que tampoco conocía el clásico de Mijail Bulgakov, pero me fue tan
encarecidamente recomendado por el amigo, gurú y también amante de la
literatura rusa, Bernardo Brayner, que no dudé en hacerme con él. Ahí está,
ahora, aportando su peso al estante mientras llega la esperada hora en que me
deje sorprender por su historia.