No todos los días tienes a tu disposición al escritor del último libro que acabas de leerte para hablar sobre su obra. Igual que no siempre el autor tiene la oportunidad de ser entrevistado sinceramente por alguien que de verdad ha leído su libro. El caso es que gracias a nuestra sección en el espacio radiofónico Viva Palencia Viva (el audio aquí al lado) hemos tenido esa oportunidad -el autor y yo- y personalmente, creo que ha sido una experiencia realmente constructiva.
Os pongo en antecedentes: Por si aún no lo sabéis El Estante Combado tiene su propio espacio en el programa Viva Palencia Viva de Acup Radio (no dejes de pinchar en los enlaces que estoy poniendo). La cosa va de hablar de libros, de autores y de librerías... pero con foco en Palencia, claro. Y en el último programa vino a hablar con nosotros Jesús Vilamuza Merinero, autor nobel que se presenta con Hijo de Enoc. Acababa de leérmelo y tenía ganas de entrevistarlo para confirmar algunos puntos de un libro que, para ser sinceros, no me ha gustado mucho -apaguen las alarmas y no se altere nadie que sobre esto también hablamos.
La entrevista fluyó fácilmente por unos cauces muy sinceros y agradables, y, sin pecar de inmodestia, me confirmó que había acertado en casi todas -si no en todas- las conclusiones a las que me había llevado la lectura. El libro es un brote. Bajo mi punto de vista, le falta madurez pero le sobra energía. Me pareció la estructuración más o menos acertada de una serie de descargas literarias adolescentes. El autor tampoco lo esconde cuando en el libro, su personaje de vez en cuando dice que se va a escribir en los momentos en los que se ralla o se siente inspirado. Es una obra sumamente autobiográfica.
No estoy dogmatizando, estoy dando mi punto de vista, mi opinión. Y así mismo se lo hice saber ya fuera de los micros a Jesús cuando me preguntó, entusiasmado, si me había gustado el libro. A veces soy un poco brusco y, por la cara de susto que se le quedó -a él y a Naide, que aun conociéndome todo lo que me conoce, todavía le pillan con el pie cambiado mis salidas frontales-, ésta fue una de esas veces. Luego ya expliqué con perspectiva mi respuesta inicial: No me considero público para esa obra, igual que tampoco me doy a las lecturas filosóficas o a las excesivamente sentimentales, por ejemplo. Hay autores que levantan pasiones en ambos sentidos, y libros con públicos muy definidos. Ahora, una cosa que quede clara: Pienso leerme el próximo libro de este chaval porque, como he dicho antes, Hijo de Enoc es un brote y creo que hay mucho potencial tras la madurez que aporta esta primera aventura editorial.
Tampoco voy a ir de cojonudo pero, sinceramente, creo que una opìnión franca -tal vez menos brusca, si eso- como la que le espeté a Jesús Villamuza puede ayudar más que mil palmeros alabándole. Jesús es un tipo disciplinado, reflexivo y, principalmente, resolutivo, y sé que él mismo, en cuanto su libro estaba aún pasando por las rotativas, ya ha alcanzado un nivel literario muy por encima del que tenía cuando acabó de escribirlo.
En fin, que no quiero darle más vueltas al asunto. Aquí os dejo mi breve análisis -sin revelaciones o mal llamados spoilers- del libro. Juzgadlo vosotros mismos: A lo largo de la historia se aprecia una especie de evolución, de maduración estilística, desde un tipo de existencialismo adolescente con muchas dosis de autoexamen y descarga mental, pasando por una novela negra con tintes satánicos y llegando a un desenlace de ciencia ficción entre revolucionario y casi apocalíptico.
¿Os ha gustado? Pues creedme que lo que viene a partir de ahora os va a encantar.
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